El cancerbero reconoce en ‘Vamos’ que ha llorado mucho y no ha dormido desde su error en el derbi y que todavía no sabe por qué decidió intentar despejar de puños
«No te voy a mentir, ha sido la peor noche de mi vida». Álex Remiro admite de manera cruda su vía crucis personal tras el grave error que cometió en el descuento ante el Athletic y costó dos puntos en el derbi: «No he podido dormir, me he pegado mis horas de llorar, de pensar lo ocurrido, y de pasar el trago», afirma, en una entrevista en el programa ‘El tercer tiempo’ de ‘Vamos’, en el que participa su amigo y excompañero Miguel Ángel Moyá. «He intentado ir a entrenar con la mayor de las fuerzas posibles», concluye sobre su estado de ánimo el de Cascante, con la cara demacrada, visiblemente afectado y cansado, con ojeras.
Remiro no elude las preguntas relacionadas con su pifia. El golpeo de Munian iba pegado, pero no demasiado esquinado y el balón se le escurrió cuando fue a despejarlo de puños y tomó dirección portería: «Normalmente esas faltas las suele tener dominadas», comienza Remiro su relato. «Una vez que sale el balón, sabía que tenía que ir hacia él frontalmente en vez de lateral, pero el campo estaba mojado, el balón estaba muy rápido, y no es un balón para ir de puños», reconoce. En todo caso decidió hacerlo, «no sé por qué todavía». La única explicación que encuentra es que «me da miedo dejarla muerta con las dos manos». En todo caso, espera aprender de lo sucedido.
La empatía de sus excompañeros
Tras el encuentro, compañeros y rivales se dirigieron a él para intentar consolarle. Las palabras de los jugadores del Athletic y excompañeros fueron «las que más me emocionaron por todo lo que pasó estos años», confiesa el arquero. El mensaje que quisieron trasladarle para evitar que se hundiera es el siguiente: «Me dicen que había salvado al equipo en dos ocasiones y durante toda la temporada y que no tenía que estar así, que no tenía que venirme abajo». Agradeció, sobre todo, la empatía y la comprensión de su homólogo rojiblanco Unai Simón, «al que le tocó en el derbi del año pasado cometer un error muy vistoso».
Remiro también quiso explicar por qué estalló de alegría cuando expulsaron a Iñigo Martínez: «No es porque sea él. Yo celebro cada duelo que gana un compañero como Robin o Aritz, como celebré los cortes de Rico», comenta. «Suelo vivir el partido», se explica.Y por eso, la roja al central del Athletic la consideró como un golpe a favor de su equipo: «Yo golpeo el balón y cuando sacamos algo de provecho en un acción, como puede ser una segunda amarilla, lo celebro, pero es por el contexto del partido, no porque sea Iñigo Martínez, no es porque sea él».